TALLER LITERARIO: Realitas (Irene Corbo 4to 4ta)


Realitas

No sé hace cuánto estoy acá; no me dejan tener reloj. Hay muchas cosas que no me dejan hacer. Vienen y van todo el tiempo, entran a mi cuarto y mueven objetos, hablan fuerte y me lastiman. Siempre me lastiman (¡Agarrale las manos!).
Escucho el inconfundible sonido de los tacos en el mármol (clac, clac, clac), las voces frías, y sé que son ellos que están por llegar. ¿Quiénes más podrían ser? Estoy solo, solo todo el tiempo. A veces vienen a mi cuarto pero yo estoy solo.
Tampoco me gusta mi cuarto. Hace frío y el blanco me consume (blanco, blanco, demasiado blanco), no me deja respirar; no hay ventanas, las paredes me aplastan y yo grito y grito y se escuchan ruidos (bip, bip, bip, bip) y de pronto están ellos agarrándome y siento algo en el brazo, pincha, duele (todo duele), pero entonces las paredes vuelven a su lugar y ya no siento que el pecho me va a explotar.
No me dejan ir, pero está bien, porque yo tampoco quiero irme, ¿sabés? Si me voy me va a encontrar. Ya me encontró una vez. Me encontró porque cerré los ojos y así es como te ve más fácil. Me cortó en los brazos y el pecho y todo estaba rojo (sangre, sangre, sangre). Ahora ya nunca cierro los ojos. Cuando me desperté estaba acá, no podía moverme, varias manos me sostenían con violencia, las voces me aturdían (8 miligramos de Droperidol), y de pronto todo quedó calmo y ya nunca más me fui de acá.
Tampoco estoy seguro dónde es “acá” exactamente. Unas pocas veces pude ver que había otros como yo, otros con batas celestes. Con la mirada vacía y los hombros caídos.
A veces es difícil no cerrar los ojos. Ellos al principio venían y me hablaban; o hablaban entre ellos, no estoy seguro. Un mar de palabras incompresibles me ahogaba (alucinaciones, ataque de pánico). Ahora ya casi nunca me hablan y me parece que… ¡Ahí! ¡¿Lo ves?! Hay fuego en la punta de la cama, cerca, demasiado cerca. Otra vez gritos y ruidos (bip, bip, bip, bip) y las pareces que quieren consumirme entero por milésima vez. Seguro ahora vienen ellos, con sus voces que retumban, sus manos que lastiman, sus agujas que me sacan de la realidad.


(Texto producido en el marco del taller literario que dicta en el colegio todos los sábados la profesora Eva del Rosario)

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